«El año pasado estuve en Praga con un trabajo previo al proyecto de tesis y para mi fue muy importante porque me permitió conectarme con investigadores internacionales para gestionar una pasantía que probablemente haga este año en Inglaterra. Todo esto sería más difícil sin el apoyo directo de los profesores. Es un programa super afianzado donde la comunicación es muy fluida y directa y eso obviamente facilita una serie de procesos».

Gracias al Doctorado realicé una pasantía en el Center for Latin American, Caribbean and Latino Studies de la Universidad de Massachusetts en Amherst, durante seis meses. En esa estadía, participé de las clases del profesor Agustín Lao-Montes, quien trabaja en la investigación de movimientos afrodiaspóricos. En mi caso, siendo la primera estudiante internacional del programa de Doctorado, me sirvió para fortalecer esa área, que está relacionada con la investigación que estoy realizando sobre la memoria del conflicto armado en el Consejo Comunitario de Quinamayó, Colombia.

La Escuela de Psicología me ofreció herramientas para valerme por mi mismo, me entregó comunidad y apoyo. Yo vengo de Santiago y en primer año, cuando me sentí solo, habían profesores preocupados por lo que me pasaba. Además, mientras estudié en el pregrado conocí amigos e hice contactos y redes. Me llevo una mezcla de experiencias que, raya para la suma, fueron positivas.