Académica de Psicología gana Fondecyt 2016

Con el proyecto denominado, «Reconociendo y Potenciando Prácticas Inclusivas en Educación Rural», la Dra. Carmen Gloria Núñez, docente de la Escuela de Psicología PUCV, obtuvo el Fondecyt n° 1161338, trabajo académico que viene desarrollando desde el año 2010 con las escuelas rurales de nuestro país.

«Yo partí investigando qué es lo que sucedía en las comunidades rurales cuando se cerraban las escuelas o los efectos que tenía este cierre en la comunidad. Entonces a partir de esa investigación y varias más que se han sumado en estos últimos años, nos hemos ido dando cuenta que efectivamente la escuela, dentro de la comunidad rural tiene un rol súper importante, relevante en términos de potenciar y articular la comunidad y en base a ellos nos preguntábamos, por qué hay algunas escuelas que frente al cierre, por ejemplo, las comunidades resisten y desarrollan una serie de acciones para evitar tal cierre; mientras que hay otras que asumen el cierre, sin llegar a organizarse», explicó la académica.

En este sentido el Fondecyt, está orientado a trabajar directamente con las escuelas, y que busca, según explica Núñez, «potenciar juntos esas prácticas que son inclusivas en términos de participación, es decir, que permitan que la comunidad se sienta parte de su escuela y sea considerada en la toma de decisiones y sienta que la escuela le pertenece. Pensamos que también es una manera de potenciar y fortalecer las escuelas rurales que hoy están muy débiles y creemos que puede ser una buena forma de evitar quizás, en algunos casos, el cierre.

INVESTIGACIÓN

Este proyecto será llevado a cabo durante tres años (2016-2018), donde se trabajará con seis escuelas rurales del país, utilizando una metodología de investigación-acción participativa, desarrollando un proceso de acompañamiento y fortalecimiento a su cultura como comunidad, generando con los respectivos microcentros políticas institucionales y prácticas de carácter inclusivo, a través del diseño y ejecución de planes de mejora en inclusión. Posteriormente, los resultados serán difundidos a través de la Red de Universidades por la Educación en Territorios Rurales, la Agrupación Nacional de Profesores Rurales y el equipo encargado de Educación Rural del Ministerio de Educación.

Conforme a la selección de las escuelas, la docente explicó que, «vamos a trabajar con escuelas rurales que aún conservan prácticas que son importantes y que no son visibles en las escuelas urbanas. La escuela rural, históricamente, está acostumbrada a recibir a todos los niños del territorio, independiente del nivel socioeconómico que tengan y aún siendo Chile un país súper segregado en términos educacionales, aún quedan escuelas de este tipo y son rurales. Por otro lado, una gran mayoría de escuelas rurales mantienen el Aula Multigrado y esto es súper interesante, porque la escuela urbana está armada con este principio característico de la modernidad, de que cada uno tiene que estar en un espacio diferenciado según su edad. En las escuelas rurales, hay niños de distintas edades en una misma sala, entonces hay niños más grandes que están acostumbrados a trabajar con niños más pequeños, les ayudan, se apoyan, se generan dinámicas de solidaridad y cooperación muy distintas a cuando tienes en una escuela urbana, salas separadas, patios diferentes, incluso a veces hasta recreos separados.

Y finalmente, existen escuelas y que son con quienes también vamos a trabajar, que reciben niños indígenas. Esta inclusión es distinta a las escuelas urbanas, donde en general son tratados como otro niño más, como dentro de una matrícula más grande, donde hay niños de otras procedencias, otros países, etc. En cambio, en las escuelas rurales que trabajan con niños indígenas, tienen una orientación, un curriculum, que reconoce a ese pueblo originario con una cualidad distinta y bueno están en los programas de Gobierno de educación intercultural, o sea, hay políticas destinadas fuertemente a estas escuelas».