Académica expone en ENAPOL 2015 y abre invitación para ser parte de la muestra de su investigación sobre los celos y la hipervigilancia en redes sociales

Con la presentación de ponencia «Inmediatez, omnipresencia e hipervigilancia virtual: Algunas trampas de las redes sociales en las relaciones amorosas», Marcela González, Académica de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, participó en el VII ENAPOL 2015 (Encuentro Americano de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana) realizado en Sao Paulo, Brasil.

El encuentro, donde la investigadora ha podido exponer en las últimas dos versiones, se lleva a cabo cada dos años, reuniendo a más de 1000 psicoanalistas de Latinoamérica y el Caribe, en torno a diversas temáticas ligadas a la contemporaneidad, en este último caso «El Imperio de las Imágenes».

La docente expresó que, «el tema de este encuentro en particular, «El Imperio de las Imágenes», tiene mucho que ver con la línea de investigación que estoy desarrollando hace dos años en la Universidad y que tiene relación con la incidencia de las redes sociales en las relaciones amorosas». Respecto a cómo las imágenes están colonizando el mundo, la investigadora resaltó en su ponencia, el tema de la realidad virtual y la compulsión o dependencia de las personas con este mundo virtual. «La dependencia que experimentamos frente a los dispositivos, aunque creamos controlarlos».

La temática del poder de las imágenes se estructuró en tres ejes, político, epistémico y clínico, según explicó la Dra. González. El eje político estuvo dirigido al cómo se vive actualmente el malestar de la civilización, tema recurrente para el psicoanálisis, donde tuvo lugar la ponencia de la especialista. El segundo eje, epistémico, se centró en poder replantear los conceptos psicoanalíticos a la luz de este imperativo imaginario que se tiene, respecto a la fuerza de las imágenes. Finalmente el tercer eje, clínico, tuvo relación con el establecimiento de nuevas problemáticas clínicas, dado a la realidad actual, en este dominio de las imágenes y las comunicaciones. «En definitiva, esta nueva situación trae aparejados nuevos problemas a la clínica, nuevos motivos de consultas, nuevas presentaciones de las estructuras clínicas, que es preciso poder distinguir», expresó González.

«Uno va asistiendo al cambio de las problemáticas que recibe en análisis. Sin duda una muy interesante hoy en día es la temática de la soledad, cómo nuestra sociedad convive con la paradoja entre una hiperconexión y una hípersoledad. Hoy las personas parecen querer arreglárselas solos y solas, protegidos en su guarida; con todos los elementos y los dispositivos a mano para gozar solos, sin la necesidad del Otro, y de correr el riesgo que implica hacer lazos sociales, vale decir el riesgo que implica, amar a alguien, salir con alguien, quedar en juntarse con alguien, en suma participar del lazo social, que siempre traen una suerte de exigencia, tales como, ceder, adaptarse al otro, ponerse de acuerdo para un sin número de cosas. La otra cara, la cara de la soledad, implica un goce que como tal prescinde del Otro, no obliga a ceder ante nadie, permitiendo quizás al sujeto sentirse en control de sus necesidades. 

Si quiere puede pasarse la noche entera frente a un videojuego, o en el chat, o viendo una maratón de series o películas, etc., cuya satisfacción puede hacer creer que necesitamos cada vez menos del Otro y que nos bastamos a nosotros mismos. Sin embargo, ya Freud decía que nos enfermamos si no somos capaces de amar y quizás ese es el precio que muestra hoy en día el extendido fenómeno de la soledad, que mezcla una suerte de cinismo y de narcisismo, que ha permitido ya el nacimiento del término «Narcinismo» para hablar de esta coyuntura, que se expresa en una soledad que también es bien devastadora», manifestó la investigadora.

EVOLUCIÓN DEL TEMA

La psicoanalista y Doctora en Estudios de Género de la Universidad Federico II de Nápoles, lleva dos años desarrollando diversas aristas que tienen relación con esta nueva tendencia social, que comenzó con una investigación sobre juventud y redes sociales, donde surge por primera vez el concepto de hipervigilancia.

«Este año estoy realizando una segunda investigación en el tema, ahora específicamente con el problema de los celos y la hipervigilancia virtual y para ello hago la invitación a los lectores para que participen de esta investigación, mediante una encuesta que es totalmente anónima, donde el único requisito es tener entre 18 y 44 años.

Intento con esta investigación afirmar una nueva línea de investigación en la Escuela, reflejando una problemática de época como son las consecuencias en lo más íntimo de las vivencias subjetivas, del imperio virtual y las redes sociales», concluyó.

Quienes quieran participar en esta encuesta pueden hacerlo, a través del link: https://docs.google.com/forms/d/1D18PaX4cTMR9-D2qHeC9_ox8coEL3mx-l5ULnJAxDhM/viewform