Desafíos y tensiones del trabajo en apps: seminario en la PUCV analizó el futuro de las aplicaciones de transporte y reparto de comida
La actividad, organizada por el Doctorado en Psicología PUCV y el Grupo de Estudios TRASAS, contó con la participación de Agrupación de Repartidores Penquistas, el diputado Giorgio Jackson y la investigadora Karol Morales.
Un diálogo entre representantes de la organización social, la academia y el congreso se dio en el seminario Precarización del trabajo vía apps: desafíos y tensiones, organizado por el Doctorado en Psicología PUCV y el Grupo de Estudios TRASAS (Trabajo, Subjetividad y Acción Social). El objetivo de la actividad fue analizar desde diferentes ángulos las nuevas dimensiones de precarización laboral que facilita el trabajo en aplicaciones digitales como Uber, Rappi y Pedidos Ya, entre otras.

En Chile se han generado 108.500 puestos de trabajo ligados a aplicaciones de reparto a domicilio y transporte que, bajo la ilusión de libertad y autonomía, atraen a un público predominantemente joven a unirse a sus equipos. Sin embargo, la inexistencia de una relación de dependencia, exime a las empresas de responsabilidades como la previsión social y el seguro contra accidentes.
La Agrupación de Repartidores Penquistas se conformó en octubre de 2018 y es una de las pocas experiencias de organización que existen en el rubro. Su representante, Daniel Colihuinca, señaló que uno de los principales objetivos es “cambiar las formas de relacionarse con las empresas y velar por la seguridad de los repartidores”.
En esta línea, Giorgio Jackson presentó los antecedentes del proyecto de ley Mi jefe es una app. Desde 2016, la diputación trabajó en la elaboración de un marco teórico que se pueda traducir en un estatuto específico para proteger a quienes trabajan en plataformas digitales de servicio. Según Jackson, uno de los principales desafíos en el proceso ha sido conciliar la flexibilización con medidas que protejan los derechos fundamentales de los trabajadores.
En resumen, lo que plantea es garantizar la seguridad laboral, implementar mecanismos para entender cómo funcionan los algoritmos, pago de la jornada pasiva e indemnizaciones cuando corresponda, facilitar el derecho a sindicalización y establecer algunas medidas para la tutela de derechos fundamentales y la observancia del estatuto.
Sobre los temores que existen en torno a la regulación, el diputado comenta “Creemos que es viable hacer un negocio bajo estos parámetros y que sea rentable. Alguien podría decir que queremos matar la innovación y las aplicaciones. Nos parece que lo que mata el negocio es que no sea sostenible en términos sociales y laborales”.

Desde lo académico, Karol Morales, Doctora en Psicología PUCV e Investigadora INDESS Universidad de Cádiz y el Grupo de Estudios TRASAS, analizó la forma en que estas aplicaciones móviles obtienen utilidades “El negocio está en el big data. Cuando vemos que UBER entró a la bolsa, en general, se reportan pérdidas. Entonces estas app no se sostienen porque el negocio sea muy rentable, sino porque obtienen datos muy importantes y estos son una nueva materia prima”.
En este sentido, indicó que las plataformas se han hecho parte de la cotidianidad de sus usuarios y su constante utilización genera muchos datos desde que se descarga la app, cuando se otorgan todos los permisos que solicitan para acceder al servicio. Además, para los conductores esto también implica una monitorización constante de la jornada, mucho más específica que las formas tradicionales.
Esta instancia, ampliamente valorada por los asistentes, tuvo como propósito vincular la investigación que realiza la línea de Transformaciones sociales en el área del trabajo y las organizaciones del Doctorado en Psicología PUCV, con las organizaciones sociales y los procesos de transformación legislativa en esta área. Vicente Sisto, director del programa, valoró el encuentro y señaló que “La investigación tiene sentido en cuando sirve como herramienta para generar transformaciones y no sólo entrega una mirada descriptiva”.