Dra. Paula Ascorra explica detalles de la investigación que se expondrá en Coloquio internacional y Taller: ¿Qué está pasando en Chile con la gestión de los indicadores socioemocionales?
La asociación entre resultados SIMCE y calidad educativa son los dos temas que articulan el Coloquio Internacional ¿Qué está pasando en Chile con la gestión de los indicadores socioemocionales? De acuerdo a la Dra. Paula Ascorra, académico de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, no es posible seguir rankeando como “buenas” sólo aquellas escuelas que obtienen buenos resultados SIMCE, sin pensar que la calidad educativa guarda relación con un complejo proceso formativo, donde el desarrollo de variables socioemocionales es central.

La investigadora sostiene que, “tras estos resultados, se pueden esconder orientaciones educativas erróneas, como sería la hiperfocalización en el adiestramiento de estudiantes para rendir pruebas estandarizadas; o bien, proyectos educativos discriminadores, segregadores y excluyentes que permiten el ingreso a la escuela sólo de aquellos estudiantes que exhiben desarrolladas habilidades cognitivas y que pueden pagar aranceles”.
De acuerdo a Ascorra, “la escuela tiene la responsabilidad no sólo de desarrollar habilidades cognitivas, sino que debe promover ambientes de respeto, de trato digno, de participación y de identificación con los valores republicanos que dan sustento a este país”. Bajo esta mirada, la Dra. se encuentra desarrollando una investigación, que pretende relevar la importancia de las variables socioemocionales.
El proyecto Fondecyt Nº 1140806, tiene por objetivo estudiar el valor que agregan las escuelas municipales, vulnerables y no selectivas a los procesos de enseñanza y aprendizaje. “En el contexto nacional no tiene mucha gracia seguir señalando que son las escuelas privadas de nivel socioeconómico alto las que obtienen los mejores resultados SIMCE; la pregunta aquí es saber si esas escuelas están agregando valor o no, ya que como la investigación lo señala, casi el 20% de la varianza en resultados SIMCE se explica por el nivel socioeconómico, entonces ¿Qué aporte real hace la escuela chilena?”. Atendiendo a lo anterior, la investigadora se propuso estudiar aquellas escuelas que, presentando muchas dificultades como un alto índice de vulnerabilidad de los estudiantes, con imposibilidad de seleccionar alumnos y procesos de integración de estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE), igual obtienen los mejores puntajes SIMCE y los mejores resultados en Convivencia Escolar (CE). Dentro del grupo de escuelas homologables, «Seleccionamos a las escuelas que lo hacen estupendo, teniendo grandes dificultades», explicó Ascorra.
POR QUÉ INVESTIGAR ESTAS ESCUELAS
De acuerdo a la entrevistada, sería importante investigar estas escuelas ya que ellas constituyen casos atípicos. “Son escuelas que, dada las dificultades de su contexto, sería esperable que les fuera mal y; sin embargo, les va muy bien. En la medida en que podamos comprender cómo estas escuelas gestionan la relación entre aprendizaje y variables socioemocionales, tal vez podamos exportar ciertas prácticas, ciertas formas de comprender a los estudiantes a otras escuelas públicas” y, con ello, aportar a la mejora de la calidad educativa», agregó.
Durante este año 2015, se está realizando un estudio etnográfico en seis escuelas. Dos del norte, dos del centro y dos de la zona sur. “Realizamos esta separación con el fin de poder manejar la segregación que es brutal. Uno ha visto que los mejores resultados están concentrados en escuelas privadas, pero además de la zona central, es decir Santiago. Los mejores resultados, en otras investigaciones en clima escolar, también están en este mismo grupo. Después viene la zona sur y, finalmente, la zona norte. Entonces, nosotros pensamos que podrían haber otros factores que determinan la calidad educativa. Por tanto, planteamos hipótesis que vamos a investigar en terreno. Una de ellas, podría ser la distancia geográfica de la escuela a centros de formación docente y de apoyo a la gestión escolar. Otra hipótesis que queremos indagar es la relación entre las características de la comunidad (violencia, seguridad, accesibilidad, etc.) y resultados en la convivencia y aprendizaje de la escuela», señaló la doctora.
¿Ya realizaron sus primeras visitas, cuéntanos un poco más de eso?
A la fecha hemos visitado dos escuelas, una en la zona sur y la otra, en el norte. Es difícil pronunciarse de manera seria sin tener los análisis realizados. No obstante lo anterior, lo que vemos en ambas escuelas es la presencia de un sólido proyecto valórico, declarado a toda la comunidad educativa y que se hace vida en las prácticas que la escuela instala. Por ejemplo, en la escuela que visitamos en el sur, la comunidad educativa compartía una orientación hacia el respeto, la disciplina, el cumplimiento de horarios y compromisos. En términos metafóricos, esta escuela constituye un “oasis” en una comunidad que se ve cruzada por situaciones de violencia y delincuencia. La posibilidad que tiene esta escuela de narrarse a sí misma con una historia de cambio y de éxito, en medio de un ambiente muy complejo, llena a los profesores, estudiantes y apoderados de energías, de sueños y de certezas de que el cambio es posible. Otra variable que nos resultó muy interesante es la autonomía que tiene el equipo de gestión para tomar sus decisiones en función de sus necesidades. Concretamente, una de estas escuelas a podido desvincular a aquellos profesores que no se han ajustado al proyecto educativo, reforzando la idea de la necesidad de compartir valores. Finalmente, estamos empezando a observar el rol que cumplen los apoderados, ya que hemos notado que ellos actúan como articuladores de necesidades entre la escuela y la comunidad, lo que enriquece a ambas organizaciones.
¿Por qué es importante conocer la realidad de estas seis escuelas?
Por qué en el fondo queremos conocer su historia de vida, cómo gestionan sus prácticas, cómo se las arreglan en establecer una relación entre convivencia y aprendizaje, en el supuesto que si yo logro saber ese cómo, puedo transferir la experiencia a otra escuela y ayudar a mejorar la educación en Chile.
Por otro lado, es importante rescatar a aquellas escuelas que no caen en el discurso de que por ser vulnerables, no pueden ser mejores, la idea es poder centrarse también en la mirada positiva. Vale decir; no porque esta escuela quizás lo hace mal, debe recibir apoyo, sino que esta escuela que lo hace bien, merece ser investigada y servir de ejemplo.
DAR A CONOCER LOS RESULTADOS
La primera etapa de investigación podrá ser revisada en el Coloquio internacional y Taller: ¿Qué está pasando en Chile con la gestión de los indicadores socioemocionales?, organizado por la Escuela de Psicología PUCV,PACES y FONDECYT, donde no sólo podrán conocer aspectos relevantes de esta investigación que llevaron a seleccionar las seis escuelas chilenas, sino además de conocer la experiencia de la Dra. Claudia Perlo, Investigadora del Conicet de Rosario, Argentina.
Ella es pedagoga de profesión y Doctora en Humanidades y Artes con orientación en Ciencias de la Educación.

» Claudia trabaja fuertemente en gestión de procesos psicosociales, tanto en escuelas como en microempresas, y su participación en esta investigación se debe a que ha hecho un trabajo en construcción de redes comunitarias y aprendizaje socioemocional, desde una perspectiva holística que integra cognición, emoción y cuerpo. Por tanto su conferencia instala una nueva visión para la Escuela que va más allá de lo instruccional, y que considera los afectos y el cuerpo como elementos centrales del desarrollo de toda persona”, indicó Paula Ascorra.
¿Cuál es el público objetivo para este Coloquio?
Es importante resaltar que nuestro estudio va hacia el desarrollo de la Convivencia Escolar y de las variables socio-emocionales, vale decir no del SIMCE, por tanto están invitados todos los encargados de convivencia escolar de las escuelas, las duplas psicosociales, inspectores, orientadores y también los equipos directivos. Después está abierto para público en general, profesores que les interese conocer esto y por supuesto para investigadores del área de la educación, estudiantes de pre y postgrado de las ciencias sociales,. Pueden ser educadores, trabajadores sociales, psicólogos, sociólogos, etc.