Escuela de Psicología lidera apoyo psicosocial con damnificados de cerro El Litre y sector El Vergel

A seis meses de ocurrido el incendio que consumió casi 3 mil viviendas y dejó a más 12 mil damnificados, el apoyo psicosocial iniciado a horas de acaecida la tragedia sigue en funcionamiento, con protocolos establecidos y con una planificación de aquí a marzo de 2015. Y es que para Ximena Castillo, miembro del equipo coordinador de emergencia de la Escuela de Psicología PUCV, que se encuentra trabajando en los cerros siniestrados de Valparaíso, «es en este tipo de situaciones donde se hace carne nuestra responsabilidad social universitaria».

Luego de una primera fase que consistió en brindar apoyo psicológico, principalmente de contención, tanto en el albergue Liceo Técnico Femenino como en terreno, hoy los esfuerzos se concentran en desarrollar un despliegue territorial donde, entre otras intervenciones,  se destaca el trabajo que se realiza en el  Centro de atención Clínico-Comunitario, el cual funciona en la unidad vecinal #186 desde el mes de septiembre. Ximena Castillo, psicóloga PUCV aclara que  “el centro de atención clínico comunitario no pretende en ningún caso reemplazar el sistema de atención primaria de salud, sino muy por el contrario, busca apoyarlo, descomprimiendo la explosiva demanda que naturalmente surge después del incendio. En este sentido, el centro de atención, se articula con los consultorios del sector, atendiendo las necesidades propias de la población damnificada por medio de un modelo de intervención específico para atender los efectos de la crisis”.

Hace pocos días se llevó a cabo la Jornada Interuniversitaria de Salud Mental y Desastres organizada por la Secretaria Regional Ministerial de Salud en el cual participaron las diferentes Escuelas de Psicología de la zona, quienes expusieron las principales conclusiones de los trabajos desarrollados en estos últimos seis meses. El objetivo: permitir dar continuidad a las acciones para generar espacios más adecuados en tratamientos de la salud mental en las personas afectadas.

En dicha instancia, el profesor Enrique Chía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, hizo referencia a lo realizado por la Escuela de Psicología destacando la calidad del trabajo y los resultados obtenidos en la comunidad.  En este sentido, Ximena Castillo comenta que dirigentes de juntas de vecinos  y apoderados de los jardines infantiles, de las escuelas sienten el apoyo. «El hecho que se les trate con cuidado, con cariño, relevando la dignidad de las personas por sobre todo, siempre va a ser positivo, se les pregunta cómo están, de verdad y no por llenar un formulario para ver cuántas atenciones hiciste en el día».

Paralelamente, la Escuela colabora con la Mesa de Apoyo Psicosocial y Pedagógico del MINEDUC, en la ejecución del proyecto «Sistema de apoyo y asesoramiento para establecimientos escolares en el contexto del período post crisis generada por el incendio que afectó a Valparaíso 2014″. Primeramente, el equipo PACES (Programa de Apoyo a la Convivencia Escolar) fue beneficiado por un proyecto de emprendimiento para docentes PUCV, lo cual permitió iniciar un programa de acompañamiento para escuelas y jardines infantiles de los cerros siniestrados. Luego, esta estrategia se consolidó gracias al apoyo del MINEDUC sumando cuatro escuelas más.

Dicho apoyo consiste principalmente en la realización de talleres de cuidado de equipos dirigidos a funcionarios del establecimiento, sin embargo, el diseño de intervención es específico para cada escuela. María Teresa Peña, coordinadora en terreno, aclara que lo pertinente ha sido diseñar una planificación de respuesta focalizada y a la medida de las necesidades detectadas en cada recinto». La también psicóloga PUCV agrega: «el equipo asesor levantó un modelo que guía el asesoramiento y que pone como centro los aprendizajes de los estudiantes, sin duda, la mayor preocupación de las escuelas».

Paula Díaz, sostenedora del Colegio Teresita de Lisieux reconoce que el apoyo brindado por la Escuela de Psicología PUCV fue fundamental, sobretodo en una primera instancia para mantenerse unidos y ayudar a enfrentar los sentimientos de angustia suscitados por la catástrofe. «Los talleres de cuidado han producido en los asistentes,  la capacidad de análisis que debemos tener frente a las situaciones de emergencia y cómo las comunidades las enfrentan. Por otra parte se fortaleció el equipo, ya que cada uno pudo reconocer sentimientos y sensaciones ante lo vivido».

La sostenedora del colegio admite que existen algunos alumnos que han presentado distintos trastornos derivados del incendio, los cuales están siendo atendidos por profesionales de la Escuela. «Esto nos beneficia directamente, pues la especialista con que cuenta nuestra comunidad, no cubre todos los requerimientos  que la tragedia sumó, además que pueden tratarse de manera directa y cercana a su domicilio».

Ximena Castillo por su parte, señala que priorizan la demanda proveniente de las instituciones escolares, puesto que a «estas escuelas hemos acompañado desde el principio». No obstante, la demanda espontánea de los habitantes del cerro es igual de importante para el equipo y se considera particularmente.

La atención individual o de familia consiste en seis sesiones. «En este modelo se trabajan los post trauma asociados al incendio, pero  que son concomitantes a otros que son de base como violencia intrafamiliar, consumo de alcohol o drogas, entre otros» explica la profesional, quien añade: «las familias exacerban sintomatologías previas y al mismo tiempo aparecen nuevas a propósito del desgaste y  del estrés. Lo que hacemos básicamente es tomar a esas familias que consultan y darles una atención adecuada enmarcada dentro de este contexto, nivelando expectativas, cosa que la gente desarmada (a propósito del incendio) pueda re-armarse sin obviar la experiencia vivida». Sin embargo, si durante o luego de esta intervención, los profesionales responsables de cada proceso estiman que es preciso continuar tratamiento, se evalúa la situación con el equipo y probablemente se realizan derivaciones vinculantes, según sea el caso.

El trabajo desarrollado por la Escuela de Psicología se extendería hasta el primer trimestre de 2015.