Estudiantes de segundo año finalizaron intervención psicoeducativa en ocho jardines de la zona.

Como parte de la asignatura Psicología del Desarrollo I, los alumnos de segundo año de la carrera de psicología desarrollaron un diagnóstico en distintos jardines infantiles de Viña del Mar y de Valparaíso e implementaron un plan de acción que permitiera mejorar alguna situación particular de la comunidad educativa.

Esta semana, los estudiantes presentaron los resultados de dichas intervenciones a las directoras de los jardines infantiles y al equipo del Departamento Grupos Prioritarios de la Municipalidad de Viña del Mar, quienes coincidentemente valoraron la oportunidad y la experiencia vivida con los jóvenes. 

Paola Saavedra del Jardín Las Palmas aseguró que se trata de un aprendizaje mutuo. “Para nosotros es importante, porque nos permite entregar algo a nuestros padres, que ellos vean una intervención, que no somos nosotros solamente, sino que tenemos redes y que se está trabajando en función de entregar lo mejor a nuestros niños y niñas” indicó.

Los estudiantes aplicaron encuestas a los apoderados, entrevistas a directivos y educadoras, y desarrollaron constantemente la observación participante. El objetivo principal era poder apoyar la promoción de los derechos de los niños y niñas y el buen trato educativo, para lo cual se diagnosticaron aspectos tales como el apego seguro, hábitos de higiene personal, prácticas de aprendizaje verbal, entre otros.

Para M. Ángeles Bilbao, académica a cargo de la asignatura, la intervención psicoeducativa desarrollada es una experiencia que “los sitúa en contacto con la realidad y con las políticas públicas nacionales, además que pueden aprender del desarrollo de los niños en contexto, lo que sin duda, es el mejor escenario”.

“Es una oportunidad para los chiquillos porque se piensan los derechos de infancia en acción, no solamente en una declaración” sostuvo Bilbao, quien además comentó que la experiencia se viene repitiendo hace 5 años y el vínculo con la Municipalidad se ha ido fortaleciendo.

Este año se incorporó a este trabajo, el Jardín Infantil  «Golondrina» de Porvenir Bajo, cuya representante, Maritza Pellicier agradeció la actitud de los estudiantes –futuros psicólogos- porque “siempre llegaron con buena disposición convirtiéndose en un gran apoyo para la comunidad”. Agregó que la intervención es una retroalimentación, puesto que “si bien es cierto nosotros tenemos mucha experiencia, también tenemos la apertura de aprender cosas nuevas y nosotros hemos aprendido de ellos”.