Se trata de un grupo de 86 jóvenes, provenientes de distintas regiones del país, quienes han podido compartir experiencias, realizar sus primeros trabajos y así disfrutar de estos primeros momentos de vida universitaria.

Florencia González, expresó que, «ha sido una semana muy buena en lo académico, porque las materias me gustan. Siento que estoy en un lugar que me acoge en lo que a mí también me gusta hacer . Por otro lado, en el contenido se nota que hay una línea crítica de la psicología y creo que esto sólo se da aquí, así que estoy súper contenta, porque siento que elegí lo que quería, donde quería y en la línea que yo quería».

Por su parte, Paula Mena indicó que, pese al número importante de compañeros «he podido compartir con la mayoría y encuentro que estamos todo acá con el mismo sentido, por el mismo objetivo y me siento feliz. Me han gustado las materias, los profesores son súper exigentes y eso igual me gusta. El campus es maravilloso, la gente en general, todos muy buena onda».

En el caso de Nicolás Henríquez, quien ya estudió un año en la Escuela de Ingeniería, sus motivaciones derivan en la relación con sus compañeros y entorno universitario. «La expectativa con la que yo venía era poder encontrar compañeros más bien relajados, un mundo muy distinto del que se vive en ingeniería y lo encontré.  Son todos muy pacíficos, donde se puede compartir variedades de opiniones. Encuentro que es un lugar que permite la diversidad y los profesores han hecho eso muy fácil con ejercicios de inclusión, dinámicas de grupo, etc.»