Grupo PACES y experta norteamericana trabajaron con profesores municipales para combatir el Bullying

El Liceo Guillermo Gronemeyer de Quilpué y el Liceo Pedro Montt de Valparaíso fueron dos de los establecimientos educacionales visitados durante esta semana por los integrantes del grupo Paces (Programa de Apoyo a la Convivencia Escolar) de la Escuela de Psicología de la PUCV, junto a Mara Sapon-Shevin,

Doctora en Educación de la Universidad de Syracuse de Nueva York para poner en práctica la segunda etapa del proyecto FONDEF «»Diseño, desarrollo y validación de un Sistema de Monitoreo de la Convivencia Escolar».

La investigación, a cargo de la Dra. Verónica López y en la que ha participado activamente Álvaro Ayala, busca entregar propuestas que permitan mejorar y/o gestionar  la convivencia en las escuelas y en las salas de clase. Durante este proceso indagatorio, se seleccionaron nueve propuestas de los mismos estudiantes  que participaron en una Campaña contra el Maltrato Escolar durante el 2011 y luego fueron transformadas en recursos educativos. La idea es que éstos sean trabajados al interior de los establecimientos en horas de Lenguaje y Comunicación, Orientación, Artes o Consejos de curso.

Los profesores de los colegios interesados y miembros de la Corporación Municipal de Valparaíso y de la Corporación Municipal de Quilpué recibieron una capacitación acerca de las actividades diseñadas y del qué se espera lograr con cada una de ellas. Ellos formarán parte del proceso de validación de estas herramientas educativas. «La aplicación y posterior evaluación indicará qué tan efectivos fueron estas herramientas» comentó Verónica López, responsable del proyecto.

Mara Sapon-Shevin, con una vasta experiencia en el tema subrayó que «lo más importante es crear ambientes acogedores y convertir en aliados a los maltratados. Entender, además que el castigo no es educativo porque siempre conduce a un comportamiento negativo».

Verónica López destacó la importancia de este proceso y señaló que «las herramientas entregadas fueron trabajadas a partir de lo que los mismos niños propusieron y opinaron frente al tema. Muchas veces trabajamos desde la mirada de los adultos pero nunca les preguntamos a ellos qué opinan. Entonces, este cambio en la mirada y en la metodología, sin duda, es una ventaja para validar estos instrumentos y perfeccionar los planes de convivencia escolar al interior de los establecimientos y los climas de aula al interior de las salas de clases».